Hace una escasa semana nuestro aclamado y queridísimo
ministro de Hacienda (nótese la ironía, por favor) decía que el cine español
estaba de capa caída debido a que las producciones realizadas en este país son
de baja calidad. Sinceramente, no sé quién se ha creído este señor para hablar
sobre la calidad de las películas cuando estamos hablando de algo bastante
subjetivo ya que, la que a mi me puede parecer la mejor de las películas, a
vosotros os puede parecer la mayor
mierda que os hayan echado a la cara.
Esta mentalidad tan cerrada y que, por desgracia, está más
extendida de lo que parece en la sociedad (no sabéis la de veces que me he
encontrado el argumento de “¿Pero cómo va a ser una buena película si es
española?”) es la que hace que muchos realizadores españoles se vean obligados
a cruzar el charco (ejemplos claros son los de Jaume Collet-Serra o los
hermanos Pastor) o utilizar a un reparto extranjero y conocido para
“desespañolizarla” y que así tenga más tirón comercial.
Grand Piano forma
parte de este último grupo. La nueva película de Eugenio Mira, director de las
irregulares Agnosia y The Birthday nos presenta un nuevo
thriller protagonizado por Elijah Wood, John Cusack y Kerry Bishé que cuenta la
vuelta a los escenarios del mejor pianista de su época. Sin embargo, cuando
se sienta al piano se encuentra una nota amenazadora, en la que se le conmina a
ejecutar el mejor concierto de su vida si quiere salvar su vida y la de su
esposa.
Me diréis que no os da cosica la carusa de Elijah Wood
Bajo esta premisa, el realizador alicantino vertebra un
thriller mayúsculo que desde el minuto 1 hasta el final del metraje te
mantendrá pegado a la butaca, en tensión constante. Al contrario que en su
obras anteriores, aquí Eugenio Mira demuestra su buen hacer detrás de las
cámaras y consigue introducir al espectador en la historia gracias a una
dirección que roza la perfección, plagada de de planos secuencia y malabarismos
técnicos que crean una sensación de agobio apabullante.
Por otro lado, la labor de los actores es mayúscula,
destacando por encima del resto la interpretación de Elijah Wood, que sostiene
el peso de toda la película y consigue que como espectadores nos identifiquemos
con su personaje, sintamos su miedos e inseguridades que todos hemos vivido en
algún momento de nuestas vidas, al afrontar los retos que nos proponemos. En un
segundo plano encontramos a Kerry Bishe que resuelve con solvencia su papel y a
(la voz de) John Cusack, que cumple con su papel en la función de forma muy
satisfactoria.
Otro apartado a destacar, sin duda, es la música. Es evidente
la carga narrativa que tiene la banda sonora en Grand Piano, presenta a lo largo de toda la película y que se
acentúa en los momentos de máxima tensión aumentando (aún más) la atmosfera
opresora de la historia. Esto además es un punto a favor si además de cinéfilo eres melómano (como un servidor).
Por donde ha pasado, Grand
Piano ha cosechado buenas críticas y no es para menos, ya que la nueva
película de Eugenio Mira es un thriller de manual con una dirección exquisita y
unas interpretaciones que acompañan al conjunto, formando un película
imprescindible para los amantes del suspense. Para que luego nos digan que aquí
no se hacen buenas películas.
Nota: 8/10
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