sábado, 4 de enero de 2014

Sobran las palabras - la película póstuma de James Gandolfini

 

La repentina muerte del que encarnara al más mafioso de todos en la familia Soprano, James Gandolfini, nos dejó a más de uno estupefacto. El estadounidense falleció el pasado 19 de junio de 2013 en una habitación de la enigmática ciudad italiana de Roma a causa de un ataque al corazón. El actor tenía previsto acudir a un Festival de cine pero la muerte se le cruzó por delante, una pena.

Tan repentina fue esta muerte que el actor aún continuaba en activo y tenía pendiente dos películas por estrenar: "Sobran las palabras" y "Animal Rescue" la cual aún se encuentra en post-producción. Hoy publicamos esta crítica para hablar de la primera que hemos mencionado "Sobran las palabras", un largometraje que ya ha conseguido el premio al Mejor Actor por la "Sociedad de actores de Boston" y que, ante la temprana muerte de Gandolfini se preveén muchos más premios póstumos. 

Para empezar, hay que decir que "Sobran las palabras" es la típica película de hombre conoce a mujer (y no de chico conoce a chica por la edad de sus protagonistas) que deja un buen sabor de boca y es de las que te acaban provocando una gran sonrisa de oreja a oreja al finalizar.


Esta comedia romántica sigue los pasos de su protagonista, Eva, interpretado por Julia Louis-Dreyfus, una madre divorciada que trabaja como masajista y que vive días turbulentos: su hija se marcha a la universidad y ella se quedará totalmente sola. Su vida social es casi nula, salvo por sus amigas quienes la sacan de fiesta de vez en cuando. En una de estas fiestas multitudinarias conoce a Albert, interpretado por James Gandolfini, otro divorciado con una hija pre-universitaria. 

Este desconocido hombre es de lo más normal, un varón muy grande, con unos kilos de más y con más pelo en el pecho que en la cabeza. Poco a poco el rechazo de Eva ante el físico de Albert se irá haciendo menor y la divorciada acabará encontrando atractivo al gordito de Albert.


Al mismo tiempo que Albert y Eva comienzan a salir, la masajista entabla amistad con Marianne, Catherine Keener, una sofisticada clienta que se dedica a escribir poesía y a despotricar sobre su exmarido.

Las opiniones de esta clienta necesitada de cariño más que de masajes conseguirá influir en Eva al hablarle de su anterior matrimonio frustrado y haciendo que la protagonista lo extrapole a su relación con Albert.


Con "Sobran las palabras", Nicole Holofcener ha conseguido hacer una historia realista, divertida y muy disfrutable para estos días en los que la navidad y el exceso está a la orden del día. Con esta película las cosas sencillas y bonitas demuestran que merecen la pena.

Nota: 7/10

miércoles, 1 de enero de 2014

Los mejores discos de 2013

¿A quién no le gustan las listas de Los mejores... del año? Creo que al fondo de la red estoy viendo a un internauta levantando la mano. Valiente. Nos guste o no,  2013 ha terminado y es el momento de echar la vista atrás a todo lo que ha ocurrido en un año en el que, por ejemplo, ha vuelto Black Sabbath, Metallica ha tocado en la Antártida, Jarabe de Falo Palo ha amenazado al público global con un nuevo disco y Miley Cyrus con su Wrecking Ball y su twerking han revolucionado completamente el panorama "musical" popular.

Es por eso que nosotros, que somos muy originales, nos hemos decidido a montarnos al carro y crear nuestra propia lista de nuestros mejores 10 discos del año. Intentaremos que sea lo más amplia posible, para contentar a todo el mundo y para hacer visible que no solo existe un género bueno de música, sino que cada estilo tiene algo que aportar a este caótico mundo.

Y sin más dilación, pasemos a hacer una pequeña retrospectiva y a presentaros los que han sido para nosotros los mejores discos de este año 2013:

 - James Blake - Overgrown

  

El particular pianista inglés, compositor de un estilo personal e intransferible de dub y música negra que ya daría a conocer con su debut James Blake, en 2011, volvía este año tras dos de giras y silencio. Y bajo el brazo traía Overgrown, el disco más destacado por encima de la media de la última temporada.

Quintaesencia de su sonido, el paso del tiempo (entiéndase en un período corto de tiempo) ha tratado mejor a Overgrown que a cualquier otro trabajo de 2013. Blake consigue refinar aquí del todo este estilo tan personal, elevarlo (como, por ejemplo, Beach House hicieran el año pasado con Bloom y su dream pop respecto a Teen Dream), dotando de más sonido y capas a lo que presentaba en su debut homónimo. Dub, electrónica y música negra se fusionan, esta vez en una propuesta más directa y digerible, en su versión más pop. Para el recuerdo quedan temas como 'Retrograde', con uno de los mejores momentos musicales de los últimos años en ese 'Suddenly I'm hit' mientras el beat asciende y explota. O el minimalismo de 'Overgrown', cercano al sonido de su primer trabajo, o los interesantes coqueteos con el hip-hop, tan inevitables como necesarios, en las colaboraciones con RZA (Wu Tang-Clan) en 'Take A Fall From Me', o Chance The Rapper (agradable sorpresa de 2013) en la video edit de 'Life Round Here', uno de los temas con las melodías más sólidas del conjunto. Melodías y conjunto, conceptos que van constantemente de la mano de inicio a fin.

Mirad que coincido esta vez con el cada vez menos prestigioso Mercury Price en que Overgrown es, sin lugar a dudas, el disco del año. Un año, el de 2013, que ha traído mucho notable y poco sobresaliente. En ese punto, en ese escalón de diferencia, se sitúa un ya asentado James Blake. 




- Arcade Fire - Reflecktor




Asomarse a un disco de Arcade Fire es siempre una aventura y una experiencia. Más allá de toda la campaña que ha acompañado a Reflektor, conviene destacar que, musicalmente, Arcade Fire deciden esta vez, sacrificar bastante de ese barroquismo en favor de la introducción de elementos de la música de baile de los 70s y 80s, revisada por James Murphy (LCD Soundsystem) a la producción (algo muy latente en el sonido de todo Reflektor) y Win Butler. También aparece, durante todo el conjunto, tanto en el primer como en el segundo disco, un toque del pop más comercial de David Bowie.

Porque ese es otro punto a destacar o rescatar: los canadienses se vuelven a atrever con un disco doble cuando más que nunca parece que la rutina manda, el tiempo apremia y el público no tiene tiempo de sentarse a escuchar algo que dure 70 minutos. Conviene separar, entonces, como ellos ya hacen, su disco en dos partes, a la hora de analizar. En el primer disco, Arcade Fire nos ponen a bailar dejando un poco de lado la trascendencia temática de sus tres anteriores discos, la gran trilogía (Funeral, Neon Bible y The Suburbs), dedicándose a la experimentación de sonidos, a la vuelta a los orígenes, a los sonidos haitianos (como ya avanzaban antes de lanzar el disco y la promoción) y al desfile de disfraces. De esta manera dan todo un repaso a la música de bailes de 70s y 80s.

Para el segundo disco no dejan de lado, sin embargo, esa sensibilidad y esa carga simbólica de la que suelen hacer gala. No son los Arcade Fire, como decía, barrocos de antes, pero sí consiguen dar un toque de carga nostálgica y madura, del que 'Afterlife' es el perfecto paradigma: el tema que todo grupo en plena madurez soñaría con componer. Hablan de la vida después de la muerte, del mito de Orfeo y Eurídice, protagonistas de la portada del disco y de 'Awful Sound (Oh Eurydice)' y 'It's Never Over (Oh Orpheus)' y que sirven de hilo conductor de la historia y el conjunto.





- Kanye West - Yeezus
 

Resultaría importante a la hora de hacer análisis sobre cualquier producción de Kanye West intentar separar la música que hace del tremendo ego que hay detrás. Dejar de lado, por ejemplo, toda esa anti-campaña con la que llegó Yeezus, el disco sin portada. Sin portada, sin promoción, sin teasers, sin videoclips. Pero resulta complicado, no sólo porque donde Kanye dijo digo, después dijo Diego. Porque eso de no-teasers y no-videoclips terminó por saltárselo por donde quiso. Primero con un teaser de American Psycho y, tiempo después, con un videoclip para 'Bound 2' para el que no han nacido aún calificativos. "Hortera adrede", diría yo, si se me permite la licencia. "Presentación de power point" lo han llamado otros.

Decía que es difícil separar la música del ego que hay detrás no por todo lo anterior, que está bien como curiosidad pero no pasa más allá de la anécdota. Digo que Yeezus es ya un trabajo tremendamente ególatra por razones exclusivamente musicales. Podría establecer aquí un paralelismo con Random Access Memories. Un paralelismo a la inversa. Me explico. Kanye, al igual que los franceses, ejerce en Yeezus casi más de productor que de artista (no confundir esto con que tenga un papel pasivo en el disco, todo lo cotrario, sigue leyendo), y se rodea de un elenco de colaboradores y producotores (los propios Daft Punk, Justin Vernon, James Blake, Frank Ocean o Kid Cudi) a los que, en vez de enardecer y elevar como sí hace Daft Punk, utiliza para ensalzar aún más su figura y sus frases épicas. Como en 'New Slaves' o 'I'm a God'.

Pero tampoco quiero desorientaros con todo esto. Con Yeezus hablamos del trabajo más arriesgado y vanguardista de uno de los artistas más arriesgados y vanguardistas de la última década. Las cosas claras: Yeezus no va a tener nunca la recepción del My Beautiful Dark Twisted Fantasy (MBDTF) porque ni es tan directo, ni tiene ese espíritu pop, ni tan siquiera es su intención. Si se puede equiparar a algún trabajo de su discografía, es a 808's & Heartbreak por los riesgos que asumió en su momento (y lo que supuso en el devenir de su carrera, ahondando en estilos como el synth-pop, que le eran más ajenos) y por los que asume ahora (aunque de haber caído, tenía un colchón mucho más seguro con MBDTF a sus espaldas de lo que lo tenía cuando publicó 808's & Heartbreak). No es tan redondo como MBTDF, ni tan barroco. Es agresivo, repleto de sonidos industriales y electrónica, y de un Kanye West autoproclamado como el nuevo Jesucristo reencarnado.

Mención a parte merecen las canciones utilizadas como samples en los temas de Yeezus, en las que Kanye acostumbra a hacer gala de un gran gusto. Así, se suceden de fondo artistas como Nina Simone, los húngaros Omega, Pusha T, Brenda Lee, TNGHT y un largo etcétera.

¿Conclusión? Que vivan Kanye y su ego.




- Pearl Jam - Lightning Bolt



Desde que la banda de Seattle anunció nueva gira y un nuevo disco a principios de año todos estuvimos pendientes de los pasos que daban el grupo liderado por Eddie Vedder. Los primeros adelantos de este nuevo trabajo fueron Mind Your Manners y Sirens , dos canciones con registros totalmente distintos (una enseñando un estilo muy punk mientras que la otra es una balada súper intensa) que eran el precedente de lo que iba a ser este Lightning Bolt, es decir, uno de los mejores discos del año.

El comienzo no podría ser más movido con 'Getaway', 'Mind Your Manners' y My Father´s Son', canciones puramente rock dotando de energía esta línea de salida y cargandonos las pilas para lo que está por llegar. Destaca entre todas estas 'Getaway', con un Jeff Ament en estado de gracia que con sus líneas de bajo vertebra todo el tema y compone uno de los puntos fuertes del disco.

Después nos encontramos con 'Sirens', uno de los adelantos del disco y una de las mejores baladas de los últimos años. Liderada por la voz sempiterna de Eddie Vedder, 'Sirens' está llena de sentimiento, fuerza y compone probablemente la mejor canción del disco y de los últimos años de la banda de Seattle. Pura magia hecha canción.

El disco continúa con 'Lightning Bolt' e 'Infallible'. La primera un tema muy rockeroy la segunda un medio tiempo en la que domina la presencia de teclado y da un toque totalmente diferente al disco. Un tema que, posiblemente por ese rollo tan poco Pearl Jam destaque entre el resto de temas del disco.

La segunda mitad del disco es algo inferior a la primera pero contiene buenos temas como 'Swallowed Hole' o 'Let's the records play', aunque también contiene algún corte más sosillo como 'Pendulum', al que le falta un poco de garra. El punto final lo pone 'Future Days', una balada digna de la banda que se contrapone perfectamente al comienzo tan potente del disco.

En definita, Pearl Jam ha vuelto más fuerte que nunca y con, posiblemente, el mejor disco de sus últimos 10 años. Puede ser una afirmación un poco atrevida, pero escuchándolos de seguido, este disco destaca entre los demás y nos recuerda a los mejores tiempos de la banda de Seattle y eso, después de más de 20 años de carrera, no es fácil. Minicrítica realizada por Jose Ruin.




- Killswitch Engage - Disarm The Descent

 

Llegamos a la parte más hardcore del especial de fin de año.  Tras la salida de su vocalista Howard Jones y la vuelta a la banda de Jesse Leach todos los fans de la banda americana estábamos ansiosos de escuchar el nuevo trabajo del grupo de Adam Dutkiewicz, y es normal ya que Killswitch Engage es uno de los abanderados de la Nueva Ola de Heavy Metal Americano (NWOAHM), junto con otros conjutos de la talla de Lamb of God o Mastodon.

El resultado final es sin duda, exquisito. Parece ser que los años no pasan para Killswitch Engage y Disarm the Descent es el ejemplo perfecto de metalcore melódico, ya que, aunque predominan las voces guturales, las partes melódicas y limpias dan un toque excepcional al conjunto. Podríamos decir que es el disco más relajado de la banda (dentro de lo que cabe en el estilo) pero sin perder la fuerza del metalcore más duro.

En resumidas cuentas, un discazo desde la primera hasta la última canción, con una balada como 'Always' que nos sorprendió a más de uno y con más solos de guitarra de los que el grupo nos tiene acostumbrados. Aquí tienes el enlace a una crítica más extensa. Minicrítica realizada por Jose Ruin.




- Alter Bridge - Fortress

  
A día de hoy, hablar de Alter Bridge es hablar de una de las mejores bandas de música del panorama actual. Y no es para menos, porque con tan solo 4 discos la agrupación liderada por Myles Kenndy y Mark Tremonti consigue llenar estadios gracias a su mezcla de metal y hard rock melódico que suena tan fresca y original.

Es cierto que ABIII nos dejó un poco frío a casi todos ya que, sin ser un mal disco, todos esperábamos algo más de este. Sin embargo, Fortress ha sido la confirmación de que Alter Bridge pasará a ser (si no lo es ya) una de esas bandas que es adorada por todo amante del metal y que está en ese podio de "Grandes Bandas del Metal".

Para este trabajo, el grupo ha decidido subir un poco la potencia y estamos ante un disco algo más duro que los anteriores, ya que desde el single esto se podía comprobar pero se hace aún más patente en temas como 'Bleed it Dry' o 'Cry a River'. Es evidente que en estas canciones Tremonti ha utilizado sus influencias más "thrashers" pero sin dejar de lado las partes melódicas típicas de los estribillos.

La espectacular voz de Myles Kennedy y los trabajos ritmicos de de Brian Marshall al bajo (espectacular su trabajo en 'Cry Of Achilles') y de Scott Phillips a la batería hacen de Fortress la confirmación de que Alter Bridge es la mejor banda de metal actual. Y ya es mucho decir. Aquí una crítica más extensa del disco.Minicrítica realizada por Jose Ruin.




-Lori Meyers- Impronta



La única representación nacional en nuestra lista de mejores discos del año y es que los granadinos se lo merecen. Este 2013 ha sido todo un descubrimiento para mi, a nivel musical que de lo demás ya sé bastante, gracias a animarme a indagar más sobre este grupo al que era tan reacia y que con este disco han conseguido enamorarme con sus letras.

Fueron considerados como los sucesores de Los Planetas o un grupo del estilo de los que existían en la década de los 60 pero la verdad es que Lori Meyers ha conseguido crearse su propio camino en la música abrazando sin prejuicios un tratamiento del sonido que predomina en las listas de éxitos. 

Un disco grabado en un enclave bucólico, en un hotel rural de la sierra granadina, contrasta con la energía y la marcha de sus canciones, el peso de los sintetizadores con grandes temas como "El tiempo pasará", una apuesta arriesgada de disco-funk con aires flamencos que oxigena ante el exceso de referencias anglosajonas tan utilizadas en los demás grupos españoles.

Sin ser un disco sobresaliente, Impronta recupera muchas de las cosas que Lori Meyers voluntariamente habían dejado por el camino. Temas como 'Planilandia' 'Emborracharme' o 'De los nervios' hacen de este disco la vuelta al pasado con unas canciones que nos recuerdan al éxito con el que saltaron al estrellato como 'Mi Realidad' o 'Alta Fidelidad'. Minicrítica realizada por Elena Solís

 


-Vampire Weekend- Modern Vampires of the city


El tercer álbum de Vampire Weekend es un disco fabuloso, ¿quién puede decir que no? Desde su primera escucha ya se veían atisbos de que este disco iba a dar que hablar. Prueba de ello fue el llenazo absoluto de el único concierto de la banda en el Festival Dcode de Madrid donde Ezra Koenig y los suyos hicieron vibrar la capital durante su gran espectáculo.

Un disco en el que el grupo ha mantenido las mejores cosas de sus dos anteriores trabajos y le ha añadido nuevas ideas ambiciosas y variadas que hacen que se abra un futuro para Vampire Weekend que promete ser muy brillante y exitoso. 

Y es que los neoyorquinos no quieren quedarse encallados en un único género con tintes africanos, por ello amplían su listado de influencias con estructuras rockabilly con 'Diane Young', algo de folk-rock gracias a 'Hannah Hunt', influencias funk con 'Everlasting arm' o un perezoso acercamiento a la música jamaicana 'Step'. Sin embargo, no es otro seductor y burbujeante carnaval pop sino un trabajo que reconforta por su ternura. A pesar de que tiene algún que otro momento de relleno como 'Don’t lie, Hudson, Young lion'.

Modern vampires of the city es un disco que funciona muy bien por la secuenciación de sus canciones, estan muy bien ensamblados los temas potentes con los medios tiempos y los temas más melancólicos haciendo que escuchar el disco completo y no por canciones seleccionadas sea toda una delicia, vamos que entra como un tirón. Con discos así da gusto reencontrarse con la voz de Koenig y los suyos. Minicrítica realizada por Elena Solís




 - EL DISCO DEL AÑO: Daft Punk-Random access memories 



Crítica de Elena Solís: 
Considerado la canción del año y probablemente el mejor disco de este 2013 o incluso el mejor de todo lo que llevamos de década. "Get Lucky" no ha dejado indiferente a nadie, ya que hasta en las discotecas más casposas y comerciales de nuestro país se ha escuchado este éxito en las pistas de baile y a más de uno disfrutando desenfrenandamente mientras sonaban unos acordes que decían "She's up all night till the sun".

El dúo francés formado por Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter se han convertido en toda una máquina de crear hype. Una máquina de crear expectación masiva por su nuevo trabajo "Random Access Memories". ¿Cómo lo han conseguido? Pues con un gran equipo de márketing que nos ha sabido vender el disco antes de salir al mercado, cuidando mucho todas las decisiones y la información que se daba sobre el disco, y también con una gran suerte de que nadie lo haya filtrado antes de su publicación oficial. 

Inspirado, en su mayor parte, por el funk y la disco music, "Random access memories" trasciende la estelar nómina de colaboraciones entre las que destacan Julian Casablancas, Panda Bear, Pharrell Williams o Todd Edwards y el aparato mercadotécnico dispuesto en derredor. A pesar de que parezca que el disco es solo el temazo 'Get Lucky', no se equivoquen, en verdad es un trabajo largo y ambicioso, en el que abundan los hits rutilantes como el medio tiempo soft-rock de "The game of love", la ensoñación de "Instant crush", el pop adulto de "Fragments of time" donde no se hacen ascos a una experimentación pinturera y meticulosa. 
Nota: 9,5/10

Crítica de Iván Carrascal:

Daft Punk nos invita a Random Access Memories (RAM): el musical. Ahora me explico. Primero he de decir que ante un fenómeno como Daft Punk y, sobre todo, a lo que rodea a su música, a lo que trasciende de ella, más aún después de la masiva campaña que se marcaron para éste álbum en particular, conviene discernir lo estrictamente musical de todo lo demás. Y todo lo demás está recogido aquí.

Tras ello, diré que RAM es un álbum tan extraordinario (ojo, no estoy entrando en calificativos) que resulta excepcional hasta su forma de evaluarlo. Haciendo un repaso a lo que era Daft Punk y a lo que son ahora, sin documentación de por medio, algún incauto podría lanzarse a decir aquello de que RAM es la evolución lógica. La evolución lógica de un dúo que, al fin y al cabo, desde sus comienzos se han dedicado a la música de baile, que en sus primeros trabajos traían electrónica más radical y conforme fueron evolucionando su dance fue más digerible hasta el punto de que, con Human After All consiguieron convertirse en un grupo considerablemente masivo, adalid de la electrónica y hasta icónico. Y que Random Access memories no deja de ser música de baile, más clásica y calmada, un trabajo propio de un grupo que ha dado ese inevitable paso de la madurez.

Pero para nada. Los saltos evolutivos entre Homework y Discovery, y entre Discovery y Human After All son importantes. Pero ninguno de esos álbumes vira como lo hace Random Access memories. Sin dejar de ser música de probeta, RAM intenta sonar en (casi) todo momento, analógico. Este es un punto sobre el que me gustaría incidir: la constante dualidad entre el robot y el humano que Daft Punk siempre han trabajado, más aún desde Human After All, a raíz de esos personajes con cascos que ellos mismos crearon. Y en RAM lo llevan al siguiente nivel. No solo hablan de ello: su música se transforma de lo digital a lo analógico, de lo robótico a lo humano. perfecto paradigma de ello es 'Touch', tema central del disco, el corazón a partir del cual salen todos los miembros de RAM en forma de canciones. 'Touch' comienza cono esa frase melancólica en clave vocoder "I remember touch" mientras esa voz robótica se va convirtiendo en la de Paul Williams. Touch. Tocar. Algo tan humano como tocar.

Despues de ello el musical se desata y se sucede la instrumentación. A eso me refería en la primera frase: Daft Punk, más que lanzar un disco propio, produce un montón de colaboraciones, con Julian Casablancas, con Pharrel o con Panda Bear que se terminan convirtiendo en un espectáculo coral, un musical, un Saturday Night Live en el que los artistas invitados consiguen brillar gracias a la labor del dúo francés en la producción.

Y lo mejor de todo, cuando el álbum llega a su final, llega 'Contact', una olla en ebullición que parece enviar a los robots otra vez al espacio. Que parece tirar todo de nuevo por los aires.

Crítica de José Ruin:
Después de que mis compañeros Iván y Elena hayan diseccionado tan bien el nuevo trabajo de los franceses queda poco por decir, así que seré escueto en mis palabras.

Nunca he sido un gran aficionado a la música electrónica, aunque Daft Punk siempre me habían llamado la atención. Les debemos temas legendarios como el 'Around The World' o el 'Robot Rock' y ya por eso se merecen todo mi respeto. Sin embargo, este último disco ha ido un paso más allá y les ha colocado como uno de los grupos más importantes e influyentes en la historia de la música moderna.

Después de meses y meses de información administrada con cuentagotas los maestros del hype mostraban al mundo un disco perfecto, música bailable que difícilmente no puede gustarle a nadie y todo ello aderezado con colaboraciones de lujo como Julian Casablancas o Giorgio Moroder. Pero este disco no es solo el mejor disco del año por su contenido, que es excepcional, si no que va más allá.

Daft Punk de la mano de Random Access Memory ha sido el único grupo capaz de traer de vuelta al panorama músical un género tan "antiguo" como el funky, e introducirlo a la perfección en un ambiente dominado por el electro latino y el reggeaton sin que nadie se oponga a ello, y es por eso que Random Access Memory  se merece ser el mejor disco del año.