viernes, 29 de noviembre de 2013

Críticas Express IV: el Cornetto.

¿Frío? ¿Congestión? ¿Escozor? No te preocupes, es Viernes. Llega el fin del mundo. Aquí te traemos tu dosis semanal de críticas cortas que no te recomendaría tu médico, esta semana dedicadas a un hombre todo-en-uno: director, guionista, productor, actor, encargado de películas, de sit-coms... Whatever. Edgar Wright. Porque hoy mismo se estrena en España su último largometraje Bienvenidos al fin del mundo (The World's End), que da cierre a su 'trilogía del cornetto', fiel, como casi siempre, a la comedia y a Simon Pegg y Nick Frost.

Cabe mencionar que esta trilogía no cuenta una sola trama: son tres diferentes historias.





Antes de entrar en materia, conviene destacar que, mas allá de los trabajos en la gran pantalla que a continuación vamos a desgranar, Edgar Wright también es responsable de trabajos en televisión en la primera etapa de su carrera, allá por los 90s, con su aclamada sit-com Spaced, entre otras, donde ya trabajara con Simon Pegg, así como de pequeños cortos. Además, ha sido productor de largometrajes como Attack The Block o Turistas (Sightseers) y guionista de Las Aventuras de Tintin: El Secreto del Unicornio, donde trabajó codo con codo con todo un Steven Spielberg. Lo que os decíamos, un todo-en-uno. Un hombre del Renacimiento.





- Zombies Party (Shaun of the Dead)


Desconozco si Edgar Wright tenía pensada su idea de la trilogía cuando grabó, en 2004, esta Zombies Party. En cualquier caso, es la primera de las tres entregas y su "debut" en los largometrajes (aunque, a decir verdad, ya se había estrenado 10 años atrás con A Fistful of Fingers), que le valió dos nominaciones en los premios BAFTA: mejor film británico y, precisamente, mejor debut de un autor británico.

¿La sinópsis? Un apocalipsis zombie. Porque el mérito de Wright no está en contar historias extraordinarias como tal, si no más bien en convertir historias trilladas es películas llenas de aventuras y comedia hilarante. Así, la historia se centra en Shaun (Simon Pegg) un aduto que dedica su vida a un deprimente trabajo de vendedor, y a los videojuegos y las cervezas en el Winchester con su amigo Ed (el inseparable Nick Frost), descuidando su relación con su madre y, sobre todo, con su novia, Liz.

Y cuando se decide a arreglar esto último, a madurar y tomar las riendas de su vida, se da de bruces con un apocalípsis zombie. ¿Su plan? Rescatar a su novia y a su madre (y, de paso, matar a su padrastro) y establecerse en el Winchester hasta "que pase todo". Un plan tan maduro como el propio personaje.

Ya se establecen en este primer filme unos gags (la secuencia en la que NO descubre el tema zombies es simplemente genial) y unos elementos, que marcarán el estilo y las señas de identidad de su humor en toda la trilogía. Véase: la repetición del plan que Shaun tiene pensado, y sus variaciones según van surgiendo imprevistos: "Cogemos el coche, vamos a casa de mi madre, entramos, matamos a Phil, cogemos a mamá, vamos a casa de Liz, la recogemos, vamos al Winchester, nos tomamos una cerveza bien fría y esperamos a que pase todo".

Nota: 7'2/10



- Arma Fatal (Hot Fuzz)




Para la segunda entrega de su 'trilogía del cornetto', en 2007, Edgar Wright se reserva una novela cómica policiaca. Esquema clásico: un agente de policia realmente eficiente e involucrado con su trabajo es humillantemente transferido a un pequeño pueblo, Sanford, Cloucestershire, escogido Pueblo del Año varias veces, un pueblo modelo donde nunca pasa nada y que es a todas luces un trabajo muy poco excitante para un policía tan ambicioso y acostumbrado a la acción como es Nicholas Angel (Simon Pegg).

Sucede que cuando Edgar Wright toma un género de cine como eje, escoge los rasgos y elementos principales de éste, unas pinceladas, y realiza una caricatura del mismo.

En Sanford, Angel conoce a Danny (Nick Frost) un policia novato acostumbrado a un ritmo de vida apacible y tranquilo. Aquí aparece la clásica primera confrontación de caracteres entre Angel, nuevo policía jefe y Danny, que siempre ha patrullado en Sandford. Mientras Angel ve actitudes extrañas y sombras, Danny sólo ve al Pueblo del Año.

Lo que Arma Fatal principalmente supone es la confirmación de Simon Pegg y Nick Frost como pareja cómica, lo que les valdría para repetir en una producción ajena a Edgar Wright como Paul (2011). Aunque la película, en sí misma, es bastante coral. Un aspecto a destacar, también, en el cine de Wirght, es que se agradece la explicitud de la violencia en el momento en el que ésta es necesariamente explícita y explícitamente necesaria.

En cuanto al humor, recurre de nuevo a la repetición de elementos: "por el bien común" o "¿estás diciendo que no fue un accidente?". O la crucial secuencia de la floristeria.

En definitiva, totalmente recomendable.

Nota: 7'3/10 


- Scott Pilgrim contra el mundo


Antes de cerrar su 'trilogía del cornetto', Edgar Wright se tomó un descanso y, entre otros proyectos, rodó esta Scott Pilgrim contra el mundo en 2010, una adaptación a la gran pantalla de los cómics de Bryan Lee O'Malley, Scott Pilgrim.



Scott Pilgrim (Michael Cera) es un post-adolescente no precisamente popular con un vida que vaga entre lo insulso y lo deprimente. Y toca el bajo en un grupo, los Sex Bob-Ombs. Y, de repente, conoce a Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead). Scott Pilgrim contra el mundo es una comedia más convencional, cuidada, eso sí, hasta que entra en juego Ramona. A partir de entonces se convierte en cualquier cosa menos convencional: mezcla de comedia romántica post-adolescente, con ficción, con cómics, con música, con qué sé yo más, y con un resultado divertidísimo.



Scott ha de enfrentarse a los siete malvados ex de Ramona para poder salir con ella en paz. La película cuenta con gags del todo brillantes (la policía vegana); con un Michael Cera genial, comiquísimo, al que, para hacer gracia, sólo le hace falta, practicamente, estar, ahí, delante de la cámara; con una muy agradable estética cómic; y con una banda sonora realmente destacable, con composiciones originales de Nigel Godrich, entre otras cosas, inseparable socio de Thom Yorke en Radiohead, The Eraser y, ahora, en Atoms For Peace; de Beck; de Black Francis (Frank Black), líder de Pixies (en su discografía cuentan con un EP llamado 'Come On Pilgrim', no podía faltar), de Metric, etc.

Y el resultado es, de verdad, genial. Más que entretenido. He aquí una crítica extendida de mi compañero José Ruiz.

Nota: 7'7/10

viernes, 22 de noviembre de 2013

Críticas Express: Volumen III

Aquí estamos otro viernes más con nuestra sección de Críticas Express que hace una semana se la dedicamos al genio Woody Allen. Como esta semana no hay ningún estreno que nos estimule (bueno vale, En Llamas es un gran estreno, pero no podemos dedicarle una sección) hemos decidido hacer una pequeña selección de lo que hemos visto esta semana, que por otro lado se ha visto incentivado a las ofertas de Cinesa y Yelmo que pusieron este lunes, martes y miércoles la entrada de cine a 3,50 y a la oferta de 2x1 del sábado pasado en selecionados cines de la empresa Cinesa. Sin más dilación, al turrón:

- Europa One





Probablemente no la conoceréis, pero Europa One es el nuevo trabajo el realizador ecuatoriano Sebastian Cordero y después de lo visto, podemos decir que es un film muy interesante. La película nos pone en la piel de la tripulación de la nave que da nombre a la película, cuya misión consiste en ir a la cuarta luna de Júpiter en busca de signos de vida bajo la capa de hielo del satélite.

Con saltos en el tiempo, vemos la  experiencia de la tripulación a durante los 22 meses que dura la expedición espacial en la comprobamos (como ya se hizo en Gravity) lo desolado y despiadado que puede ser el espacio exterior. Rodada en parte como un falso documental (algo así como hizo David Ayer en la genial Sin Tregua) el director narra el relato, a veces de forma un poco torpe, creando tensión en momentos puntuales hasta un final sorprendente pero que, a un servidor, le dejó algo frío. Aún así, es una película recomendable pero que, por desgracia, no tendrá el crédito que se merece. Aquí se estrena directamente en DVD.

Nota: 6,5/10

-Thor: El Mundo Oscuro





Oh sí amigos ¡Marvel ha vuelto! ¡Y en forma de dios nórdico del trueño! En las aventuras Thor acompañado de su malvado hermanastro Loki veremos como ambos (sí, ambos juntos otra vez) se enfrentan a los elfos oscuros que pretenden inundar toda la existencia de oscuridad y acabar con el universo. Ah, y también andará pululando por ahí Natalie Portman para encandilar a nuestro héroe divino.

Tras una primera parte bastante decepcionante para los amantes de este personaje entre los que, obviamente, me incluyo, Alan Taylor cambia la fórmula tan ¿shakesperiana? que utilizó Kenneth Branagh y se centra más en la acción y la comedia que es lo que uno busca cuando va a ver productos de este tipo. ¿Podría mejorarse? Sin duda. No estamos para nada ante una de las mejores películas de la productora pero, teniendo en cuenta el disparate llevado a cabo en la primera entrega, podemos decir que es una buena película de entretenimiento.

Nota: 6,5/10

- Una cuestión de tiempo




De primeras el título de la película y el director de la misma, Richard Curtis, hacen imaginar por que palo tira este largometraje que viene tras otras películas del británico como "Love Actually" y "Radio Encubierta". En un principio, y por el póster de la película, dan la idea de que se trata de la típica comedia románticona de estilo británico en el que chico conoce a chica, estáis en lo cierto. sin embargo, la trama que rodea a la historia hace que se convierta más en una comedia que en una historia de amor. Unos puntos de humor que hacen provocar las risas entre el público por las alocadas situaciones en las que vive el protagonista, un chico poco agraciado, con pecas y pelirrojo. 

"Una cuestión de tiempo" trata la curiosa historia de un joven y torpe pelirrojo (Domhnall Gleeson) cuyo padre (Bill Nighy), durante el vigésimoprimer cumpleaños del chico, le hace conocedor de un gran secreto de familia. Y es que todos los varones del clan tienen el poder de viajar en el tiempo, lo que será aprovechado por nuestro protagonista para conquistar a la chica de sus sueños (Rachel McAdams). Lo malo de poseer este don es que no solo influirá en su propia vida sino que sus viajes en el pasado repercutirán entre sus seres más queridos. 

Una historia que te hará pasar dos horas agradables conociendo la historia de esta peculiar familia e incluso que probablemente, como le ocurrió a una servidora, acabe conmoviéndote tanto que soltarás alguna lágrima que otra. 

Nota: 8/10


- Turbo




La película infantil de las propuestas de esta semana se la dedicamos a la última película de "Dreamworks". Turbo nos cuenta la historia de un caracol de jardín con un sueño imposible: convertirse en el más rápido del mundo. Cuando un extraño accidente le da el poder de la supervelocidad, intentará alcanzar el número uno en las 500 millas de Indianápolis. 


La historia, con poca originalidad, lucha por los sueños de este molusco gasterópodo que en un principio parecen imposibles. Los de su comunidad marginan al protagonista ante las aspiraciones de este por considerarlas de caracoles "raros" cuando estos solo sueñan en comer y no morir entre las garras de un pájaro. 

Nuestro querido Turbo acaba convirtiendo sus sueños realidad y acaba convirtiendose en todo un superhéroe por un poder que le es concedido. La moraleja de esta historia es que por mucho que pensemos que los sueños son imposibles, tarde o temprano se conseguirán y nuestros sueños más "raros" se harán realidad.

Una película para toda la familia en la que pequeños y mayores disfrutarán juntos ante un largometraje que recuerda al mundo de la velocidad y a la película de la mayor rival de la compañía "Cars" donde los protagonistas viven por y para la velocidad y se baten en duelo en las pistas de carreras. 

Nota: 6/10



- Gravity


Alfonso Cuarón dirige uno de los estrenos con más hype de la temporada, Gravity. La película cuenta la historia de unos astronáutas que quedan varados en el espacio tras un accidente en las maniobras de un paseo espacial que realizaban en el exterior de su transbordador.

Ejercicio desmesurado de tensión, Gravity es una experiencia excitante en cuanto a su capacidad de encerrar a los personajes en la inmensidad, de mostrar lo aterrador que puede ser el infinito, recordando por momentos a filmes como Buried, pero situándose justo en el otro extremo: mientras en Buried se consigue atraer la atención y mantener la tensión durante 90 minutos a dos metros bajo tierra, en un espacio muy reducido y sin recursos, en Gravity se busca y consigue una sensación de asfixia similar en mitad de la mayor inmesidad posible. Mediante un (gracias) acertado 3D, un 80% de la película, y haciendo un elegante uso del sonido, y del silencio, consigue transmitir una intensa sensación de, digamos, horror que perdura prácticamente hasta el último frame. En una secuencia en especial, la intensidad llega a un cenit en el que prácticamente has de agarrarte al asiento. Además, diré, hace empatizar sobremanera con una Sandra Bullock (sí, Sandra Bullock) del todo digna.

La palabra es excitante. Gravity desborda cine.

Si queréis una información ampliada sobre la película aquí tienes la crítica larga que hicimos hace unas semanas. 

Nota: 8,7/10

- Blue Jasmine



Jasmine, o Janet (Cate Blanchet) era una mujer apoderada, acostumbrada a vivir en la élite, a nadar en la abundancia, que lo pierde todo en un instante y se ve obligada a recurrir a su hermana, que vive en San Francisco, Ginger (Sally Hawkins). Y allí que se muda.

El filme nos muestra a una protagonista con una serie de desordenes mentales, derivados de descubrir como su anterior vida no era otra cosa que un fraude y todo lo que conocía como realidad se ha derrumbado y ahora yace, algo que nos intenta explicar mediante flashbacks,

Una historia sencilla, amarga, bañada en la genialidad Allen, con diálogos marca de la casa, que no deja de contar lo poco que cambian sus dos pilares principales: Jasmine es incapaz de afrontar y asumir su nueva realidad y lo único que hace es anestesiarse con antidepresivos y dar bandazos, y Ginger, que cuando parece que va a cambiar su vida, a despegar, a llevarla a otro nivel, termina dándose de bruces con la realidad y reculando aún más.

El drama baña a la comedia, y lo que termina siendo verdaderamente cómico son unos personajes caricaturescos absolutamente exagerados y polarizados en sus peculiaridades. Woody Allen consigue mostrar a una Jasmine desnuda: hipócrita, ególatra, maniáca y del todo superficial. Amalgama de “virtudes” que antes conseguía disfrazar con dinero y una vida lujosa. Cate Blanchet resulta excelsa y Sally Hawkins todo un acierto.

Nota: 7,1/10

- ¿Quién mató a Bambi?


Intentaría hacer una sinópsis de la trama de ¿Quién mató a Bambi?, pero mataría absolutamente la esencia de la película. Además de que resultaría harto complicado. Lo que empieza como una historia de cruce de intereses entre un par de curritos con un negocio deficitario y un par de empleados de una importante empresa, termina convirtiéndose en una suerte de 1.001 maneras de hacer que un secuestro sea un absoluto desastre.

¿Quién mató a Bambi? es una hilarante comedia llena de situaciones desbordadas, con una trama cómicamente enrevesada, donde cada miembro del reparto goza de un momento divertido y en el que hay espacio incluso para que una estrella futbolística haga sus pinitos en la gran pantalla, en un momento tan patrio como absurdo y genialmente excesivo. El humor está presente desde el primer hasta el último instante y se va disparando conforme las situaciones lo van haciendo.

De '¿Quién mato a Bambi?' conviene contar lo mínimo. Agradable sorpresa del todo entretenida.

Nota: 6'4/10

Crónica de Arctic Monkeys @ Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid.



A las 7 de la tarde, a las puertas del Palacio de Deportes, ya no faltaba nadie. Ni el frío (de justicia). Ya se agolpaba una gruesa fila de expectantes adolescentes. Fila que se iba haciendo menos numerosa conforme se alejaba de la entrada y pasaba de adolescente fluorescente a postadolescente contribuyente. Porque los "lomos plateados" no están ya para soportar colas. Y más aún cuando, misterios de la organización, al abrise las puertas, se produjo una estampida que permitió a los últimos, ser los primeros. Y que podría hacer pagar a justos por pecadores.

The Strypes.

Con todo y con éso entramos a la pista del Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, y allí nos espera un telón con "The Strypes" rotulado bien grandote.

Con un par de escuchas ligeras sobre su reciente Snapshot (2013) uno se aventuraba a afirmar que la programación de los imberbes The Strypes era todo un guiño a su parecido con los primeros Arctic Monkeys. Ya sobre las tablas, los jóvenes se encargaban de disipar ese prejuicio de un plumazo, a base de guitarrazos, sin concesiones y con apenas alguna tímida pausa. Su propuesta en directo se aleja de la intensidad post-punk de los Monkeys de Favourite Worst Nightmare (2007) y se acerca más al blues de los Black Keys de Brothers (2010) o Magic Potion (2006), o a Miles Kane, o a unos White Strypes rockabilly, o qué se yo, con esas medias melenas made in britain y ese cantante y su armónica, todo actitud. Desde luego éso no les faltó, actitud. Sonaron a banda engrasada y con eso hay que quedarse. Porque el setlist terminó resultando algo lineal, con contados "momentos": 'What A Shame' o la contenida 'Angel Eyes'.

Arctic Monkeys.

Y cuando los teloneros abandonan el escenario es cuando llegan esos minutos de espera que a uno especialmente divierten. Tuve la mala suerte, o la gran fortuna, depende de los ojos que lo miren, de caer en pista al lado de una suerte de hooligans británicos que amenizaron a servidor, y a todos los que nos encontrabamos en un radio de acción nada modesto, con un repertorio de cánticos que pasaron por repasar los himnos de los Monkeys y, de paso, de toda la cultura britpop. Y que lo mismo te cantaban 'Old Yellow Bricks' que te sorprendías a tí mismo coreando junto a ellos el "nanananana, Hey Jude".

Y en esas estabamos cuando, por fin, se apagaron las luces y las enormes AM quedaron luciendo, solas, sobre el escenario.


Lo cierto es que 'Do I Wanna Know?' es un gran opening de disco. Pero es que es aún mejor apertura para un directo. El riff, del todo pegadizo. La batería, sexy, como todo el conjunto, con esa cadencia R&B. Y esa explosión controlada, "crawling back to you". Comenzando así el concierto las expectativas sólo pueden ser buenas, y crecientes. Caldea la garganta y despega los pies del suelo.

Más aún cuando, sin concesiones, Alex Turner comienza a soltar palabras con esa destreza vocal tan característica para 'Brianstorn' y 'Dancing Shoes', y lo cierra con una 'Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair' que fue, probablemente, de lo más inspirado de la noche: árida, más contundente que en estudio, más rugosa. Ésto da como resultado un conjunto de cuatro canciones "para abrir boca" que no solo la consiguen abrir, sino que ya la dejan con poco aliento. Y es entonces cuando los de Sheffield dan unos segundos de falsa concesión con la divertida 'Teddy Picker' para devolver de nuevo al respetable a los saltos, al baile, y al desgaste de zapatillas. 'Crying Lightning'. Temazo. De lo mejor de su carrera.

Y toca valle. Para la parte central los británicos se reservan a un Alex Turner más desnudo, tan sólo con una guitarra acústica entre él y el público, e incluso, por momentos, sin ella, mientras van deshojando este nuevo AM (2013). Así, sobre el escenario, se suceden 'Fireside', 'One For The Road', una potente 'Arabella' o el contoneo de 'I Want It All', inteligentemente intercaladas con la nostalgia de 'Reckless Serenade' y el baile desaforado de 'Old Yellow Bricks'.


Picos y valles. En éso se basan estos "nuevos" Arctic Monkeys, probablemente la mejor versión de la banda que haya pisado nunca España.

Porque vinieron presentado AM, y con él un nuevo setlist, que vienen defendiendo durante toda su gira, de manera metódica y casi sistemática, y en el que sólo dejan espacio para la imaginación en un par de cortes. Y en Madrid tocaron 'Piledriver Waltz' y 'I Want It All', en la parte central del concierto, repleta de esa estructura balada-tema juguetón-balada-trallazo, que no dejó de ser brillante en ningún momento, con un Turner trajeado, intimista, crooner wannabe, a lomos de su acústica y de unos espectaculares juegos de luces.

De esta manera dieron cierre al concierto, antes de los bises, con la excitación de 'I Bet You Look Good On The Dancefloor', otro de los momentos de la noche, con ese toque romántico de ser el primer single de la historia de la banda, las divertidas 'Why'd You Only Call Me Whe You're High?' y 'Fluorescent Adolescent', himno generacional, y una emocionante 'I Wanna Be Yours' que convirtió el Palacio en una enorme bola de luces.

Para los bises, los de Sheffield se reservaron la juguetona y coreable 'Snap Out Of It', el claro sleeper de AM, una entrañable versión semi-acústica de 'Mardy Bum' y el subidón en 'R U Mine?', el single perfecto, con el que cerrarían el concierto, cargados de intenciones. Notable.

Y es que estos nuevos Arctic Monkeys se pueden permitir saltarse por alto sus hitazos sudorosos (dónde quedan 'When The Sun Goes Down' o 'The View From The Afternoon' en este nuevo setlist) en favor de temas menos obvios como 'Reckless Serenade' o la propia 'Piledriver Waltz', o recurrir a las baladas sin echar mano de la, para muchos, imprescindible '505', y salir victoriosos. Y eso no puede dejar de ser buen síntoma.

Diré que tres bises y hora y ventipico de concierto se antojan cortos. Y diré también, sin miedo a equivocarme, que los presentes el pasado viernes en el palacio de Deportes, nos quedamos con ganas de más. Salvo, quizás, los que tuvieran novia. Pero nos marchamos con sabor a victoria, preguntándonos cuándo volverán, y qué nuevas nos traerán.

Setlist:

  1. 'Do I Wanna Know?'
  2. 'Brianstorm'
  3. 'Dancing Shoes'
  4. 'Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair'
  5. 'Teddy Picker'
  6. 'Crying Lightning'
  7. 'Fireside'
  8. 'Reckless Serenade'
  9. 'Old Yellow Bricks'
  10. 'One for the Road'
  11. 'Arabella'
  12. 'I Want It All'
  13. 'I Bet You Look Good on the Dancefloor'
  14. 'Cornerstone'
  15. 'Piledriver Waltz'
  16. 'Why'd You Only Call Me When You're High?'
  17. 'Fluorescent Adolescent'
  18. 'I Wanna Be Yours'

    Bises:
  19. 'Snap Out of It'
  20. 'Mardy Bum' (versión semi-acústica)