miércoles, 13 de noviembre de 2013

Solo dios perdona - Tarantino con acento danés


El nuevo trabajo del aclamado director Nicolas Winding Refn ha llegado a los cines de nuestro país con ganas de ver con qué nos sorprende esta vez el director de la grandiosa "Drive". La película, en un principio, promete por su logrado reparto en el que vuelve a aparecer como cabeza de cartel su hijo predilecto Ryan Gosling junto a otros actores como Kristin Scott Thomas y Vithaya Pansringarm, entre otros.

Dije que solo en un principio prometía y es que el intento del director por convertirse en el nuevo director del cine sangriento, desagradable y de lucha y destronar al indestructible Quentin Tarantino. No te equivoques Winding, a Quentin no le llegas ni a la altura de los zapatos y por muchas películas buenas que hagas va a servir de poco o nada. Sin embargo, no hay que desprestigiar el trabajo del director porque durante los últimos minutos mejora la película a unos niveles del tamaño de "Drive".

 
La película fue galardonada en la pasada edición del Festival de Cine de Sitges a la mejor fotografía y no es para menos y es que es lo realmente bonito de la película. El trabajo de Larry Smith es fabuloso y proporciona un goce estético verdaderamente inusual tiñendo Bangkok de colores neón que redefinen por completo los escenarios y nos los muestran desde una perspectiva única.

El actor Ryan Gosling interpreta el papel del solitario y poco hablador Julian, un mafioso británico que vive exiliado en Tailandia tras cometer un asesinato años atrás. Él regenta un club de muay-thai que en realidad es la tapadera de una red de contrabando de drogas.

 
La plácida vida como camello se complica cuando su hermano, que lleva el club con él, asesina brutalmente a una joven. A partir de ahí la historia se convertirá en una constante venganza en la que los dos hermanos se verán involucrados. Vithaya Pansringarm será el encargado de atrapar y ajusticiar al hermano de Julian dejándolo en manos del padre de la mujer a la que ha destrozado.

La aparición de la madre en la película también es clave, la actriz Kristin Scott Thomas clama venganza por la muerte de su hijo presionando a Julian para que cumpla su venganza cobrándose la vida del policía justiciero.

 
"Solo dios perdona" ofrece escenas con una altas dosis de violencia, sangre y crueldad mezcladas con una puesta en escena estilizada y orientalizada con elementos típicos de este cine: planos largos, cámara lenta, saltos de eje premeditados y muy pocos diálogos, si Ryan Gosling habla más de 20 minutos, no exagero.

A pesar de lo interesante que pueda parecer todo este planteamiento, lo cierto es que "Solo dios perdona" no consigue atrapar la atención del espectador ni que éste empatice con su protagonista por el estatismo absoluto en el que se encuentra encasillado.

 
La cinta nos deja a medias en cuanto a su contenido y con la sensación de  no haber descubierto nada con la película. Te quedas con ganas de más minutos pero no por buena sino porque te falta saber más de la historia para entenderlo. Todo un desacierto en esta ocasión para el director danés que ya ganó premios en el festival de Cannes con su película "Drive" y del que confiábamos en una nueva obra maestra del cine.

Nota: 5/10








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