lunes, 17 de junio de 2013

Trance - Amnesia hipnótica



Danny Boyle es uno de esos directores que se merece todos mis respetos. Ha ganados Oscars, saltado de género en género resultando solvente en todos ellos y es responsable de películas que han pasado a ser de culto (hablo evidentemente de ‘Trainspoitting’ y ‘28 días después’, que revitalizó el cine zombi).

Así que siempre que surge un proyecto suyo hay mucha expectación. Es cierto que sus dos últimas películas me defraudaron, ya que ‘127 Horas’ me resultó bastante aburrida, y más teniendo el referente de la excepcional ‘Buried’ de Rodrigo Cortés y ‘Slumdog Millionarie a pesar de ser muy rica visualmente hablando (normal por el referente a Bollywood) no me llegó a convencer para nada.

Tres años después nos llega el nuevo trabajo del director británico, Trance. Protagonizado por James McAvoy, Vicent Cassel y Rosario Dawson nos cuenta la historia de Simon un empleado de una casa de subastas que se asocia con una banda criminal para robar una valiosa obra de arte. Pero, tras recibir un golpe en la cabeza durante el atraco no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni las amenazas ni la tortura física logran arrancarle ninguna respuesta, el jefe de la banda contrata a una hipnoterapeuta para que le ayude a recordar.

Bajo esta premisa el nuevo film de Boyle se desarrolla bajo una apariencia de thriller con toques de cine negro que comienza de forma endiablada con la ejecución del robo (acompañado de una música apabullante) para luego relajarse al centrarse en la búsqueda de la obra de arte perdida.

Con altibajos en el ritmo, el director sumerge al espectador en la confusión y desesperación que vive el protagonista sin saber a ciencia cierta en qué momento estamos viendo la realidad o nos encontramos dentro de la mente de Simon llegando a crear momentos de verdadera angustia, influenciado también por el posible “exceso” del plano aberrante. 

Esta sensación de desconcierto se ve apoyada principalmente en el guion que va desvelando poco a poco el sentido de la trama y las motivaciones de los personajes para involucrarse en el robo hasta llegar a el final apoteósico (aunque algo evidente, al menos para un servidor).

El otro acierto del filme es el reparto. James McAvoy  solventa su papel muy convincentemente, tanto en los momentos de amnesia como en la claridad y Vicent Cassel también cumple con su propósito como el “malo” de la función y fuera de sitio dada la rareza de la situación. Mención aparte se merece Rosario Dawson, ya que su papel oscila de la femme fatale a la mujer débil y frágil sin perder la credibilidad en ningún momento.

Por lo tanto, ‘Trance’ se presenta como una buena película, la mejor de Danny Boyle en los ultimos años (se me vapuleará por esto), que atrapará al espectador durante algo más de hora y media gracias al excelente trabajo del director y los actores. Muy recomendable. 

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