En el mundo del cine, si no llegas a Hollywood no eres
nadie. Es duro, cruel, despiadado pero es así. Ya puedes tener todo el talento
del mundo, escribir unas historias cojonudas o tener una visión genial que si
no tienes el respaldo de unos buenos actores o un estudio grande detrás, no
llegarás al público mundial.
Puedes haber triunfado en Cannes, Sitges o Sundance, todo
los títulos que hayas conseguido atrás en el tiempo solo te servirán para
proyectarte en esa pantalla de actualidad y que alguien se fije en ti. Lo que
de verdad te hará famoso es tu película con las estrellas del momento y da
igual que esa sea tu peor película, en ese momento es en el que te habrás hecho
famoso.
Park Chan-Wook es uno de los cineastas más importantes de
Corea del Sur. ‘Joint Security Area’
le lanzó a la fama en su
país convirtiéndose en una de las películas más taquilleras de todos los
tiempos pero no conseguiría repercusión mundial (hablando siempre en los
círculos cinematográficos) hasta la maravillosa ‘Oldboy’ que ganó el premio a
mejor película en el festival de Cannes 2004 (película IMPRESCINDIBLE).
9 años después y con tres películas más a sus espaldas por
fin alguien pudo vislumbrar el talento de este genial cineasta y le ofrecieron
dirigir ‘Stoker’, película que llegaba a nuestras pantallas hace una semana a
nuestras pantallas. ‘Stoker’ nos cuenta la historia de India Stoker, que tras
perder en un accidente a su padre conoce a su enigmático tío Charlie en el
funeral, que se quedará a pasar unos días con ella y su madre tras la muerte de
su padre.
Para los que no lo conozcan el cine de Park Chan-Wook sienta
sus bases en un ritmo moderado (tampoco lento), una música muy marcada e importante
y una belleza visual increíble. Pero si hay algo que sea patente en su cine es
la violencia, violencia tanto en lo visual como en las historias que cuenta, no
aptas para todos los públicos dado su brutal contenido.
Stoker no es una excepción y es brillante en todos estos
aspectos. El ritmo de la película es constante y “andante” (referencia a cierta
secuencia de la película) y la conexión entre las imágenes en pantalla y la
música es total haciendo del conjunto una película muy poética y con secuencias
brillantes.
Por otro lado hay que comentar el notable trabajo de los
actores, que sostienen la película haciendo papeles brillates y consiguiendo
hacer factible el relato, destacando a Mia Wasikowska por encima de todos, pero
sin menospreciar el trabajo de Matthew Goode y Nicole Kidman (parece que está
recordando lo que era actuar de verdad).
En resumidas cuentas, ‘Stoker’ se nos presenta como una gran
película con el estilo propio de Park Chan-Wook. Es cierto que no es un cine
para todos los públicos, no busca un público masivo, pero no por eso deja de
ser ambiciosa (por la propuesta) y una muy buena película.
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