jueves, 26 de septiembre de 2013

Vega: "Prefiero que me quieran o me odien a que les sea indiferente"




Que es una mujer rompedora, lo sabemos todos aquellos que nos hemos sentado más de cinco minutos a hablar con ella. Es algo que ella irradia. Mercedes Mígel Carpio, más conocida como Vega, y más conocida por su paso por el programa OT, saca su nuevo álbum al mercado “Wolverines” un disco que considera el más auténtico por crearlo desde cero por ella misma tras la creación de su propia discográfica. En el álbum, inspirado en los superhéroes de Marvel, aparece una colaboración especial de Raphael, el cual le llamó encantado de participar con ella, ya que, había encontrado en el disco esa garra y chispa que él necesita.
También estrena nueva melena, acostumbrados a su corto pelo moreno, esta vez nos sorprende con un rubio platino al más puro estilo de los ochenta emulando a la mismísima Madonna.
A sus 34 años confiesa que vive su mejor momento personal, a pesar de todo el trabajo que tiene día a día está muy feliz y se la nota, el trabajar con los suyos mano a mano es mucho más gratificante y en este nuevo disco está el resultado, como si hubiera dado a luz a un niño bromea la cantante.

-Háblanos de tu nuevo disco “Wolverines”
-Wolverines es el álbum que necesitaba hacer ahora. Nace porque necesitaba hacer un disco de una forma distinta a como lo he hecho hasta ahora donde el mundo digital tenia mucha presencia en él y donde el publico pudiera opinar. Es mi primer disco con mi propio sello discográfico y creo que es el disco más honesto que he hecho, he dirigido todo es el mas autentico. Soy responsable de todo.

-¿Podría decirse que este disco es el más personal?
-No es el mas personal, ese fue el primero por la inocencia de mi juventud y no tenia conocimiento de nada.

-¿Cómo ha sido el crear este disco al 100%?
-Ha sido mucho trabajo, de agotamiento total, he avanzado el software de 2.0 a 6.9. Es agotador pero muy gratificante, me he encargado de todo y es mucho trabajo. Me acuesto a las seis de la mañana muchas veces y me levanto a las nueve para trabajar.

-¿Por qué “Wolverines”?
-Buscaba un título que llamase la atención y que tuviera que ver con el espíritu del disco. Es un disco donde la garra y el carácter esta impregnado. Mi héroe de ficción es Lobezno y traducido al inglés es “Wolverine”, me gusta este personaje porque es el único que tiene algo de humano y esa mezcla entre animal y persona me gusta mucho. También me siento muy identificada con los lobos, si tengo que identificarme con un animal sería el lobo porque soy una persona solitaria, independiente y que le gusta trabajar a su manera pero muerdo y saco las garras por los míos, mi familia y mis amigos.

-¿Eres una adicta a los cómics?
-Si, me gustaba desde pequeña, todas estas cosas de superhéroes y villanos siempre me ha encantado. El arte del disco es tipo cómic e intento recrear el pelo a lo lobezno.

-Te vemos con cambio radical, ahora de rubia...
-Pronto volveré a hacerme otro cambio radical, volveré a mi estado natural. Me habéis visto rubia, con el pelo largo, corto y hasta con el pelo verde. El cambiarme el pelo es mi entretenimiento. Mi propia imagen es mi cara y mi voz, lo demás son estados de ánimo.

-¿Cómo fue ese momento en que decidiste teñirte de rubia?
-Fue un venazo, siempre me gustó Madonna con el rubio estridente de los 80 y las rubias tenía una fijación total y el pelo de colores también me fascina. Primero me lo teñí de verde pero es que me cansa tanto el pelo y como no tengo tiempo para hacer otras cosas pago mi entretenimiento en mi cabeza. Quiero llegar a los 80 años diciendo que me he hecho todo lo que se puede hacer uno en el pelo.

-¿Con qué look nos vas a sorprender la próxima vez?
-Volveré a teñirme de moreno. Estoy un poco harta de cambiarme tanto de pelo y creo que me lo estoy machacando mucho.

-También te vemos que tienes tatuajes...
-Si, me gustan mucho, lo que no me gustan son los pendientes, ni los piercings. Me da mucha grima que pueda pensar que me pueden dar un tirón con ellos.

-Raphael participa en tu disco...
-Si, en la canción “Wolverines”, era la colaboración que siempre quería hacer. Es el artista por excelencia y creo que es la clave del éxito que tiene. La canción está inspirada en su forma de cantar.
-¿Cómo se lo pediste?
-Fue a través de su hijo Manuel por Twitter y le comenté que había escrito una canción que estaba inspiraba en la forma de interpretar de su padre y que me encantaba él. Era una forma de hacerle un tributo de cierta manera y quería que la escuchara y participara conmigo. Sorprendentemente es una canción que está totalmente fuera de su estilo pero le encantó, me llamó y la grabamos. Ha sido la mejor experiencia que he tenido a nivel profesional.

-¿Qué has aprendido de él?
-He aprendido muchas cosas sin quererlo, la primera que se puede soñar y tiene la grandeza de fijarse en mi canción y en mi. He aprendeido que las cosas no hay que tener prisa.

-¿Te gustaría llegar tan lejos como él?
-Si, Raphael es un artista tan grande y con tanta personalidad que puede generar dos sensaciones extremas, amor y odio, creo que ahí está la calidad. Prefiero que me quieran o me odien a que les sea indiferente. Me gustaría ser recordada como alguien que marcó pro su personalidad y por sus canciones.

-Muchos colaboran en tus discos pero tu también participas en otros como compositora...
-También como artista me subo a los escenarios para cantar con ellos. He escrito un tema hasta a “Auryn” que es totalmente distinto a mi estilo musical. Me divierte mucho mi papel como compositora porque me permite meterme en la piel de los demás. Cuando me piden un tema, disfruto mucho. También hay temas en David Bisbal, en Soraya. Toco todos los palos, el pop, el indie, el rock, creo que me falta el heavy.


-¿Cómo recuerdas tus inicios?
-Empecé con 15 años, tocaba la guitarra flamenca y no cantaba. Un día falló mi compañera y me tocó a mi cantar, ahí descubrí la voz especial que tenía. Poco a poco empecé a escribir canciones y a cantar en más sitios. Todos esos años los recuerdo con cariño porque mi llegada a la música y cuando me di cuenta que esto era lo mío me llegó relativamente tarde, con varios discos en el mercado. Mi etapa televisiva fue una tremenda marabunta en la que a veces disfrute y otras no, como suele pasar en las primeras veces. A la música no llegué accidentalmente porque llevo más de casi 19 años escribiendo canciones, esto es mi pasión. Empece a disfrutar de la música con el disco “Metamorfosis”. He entendido que no quería la carrera que me habían propuesto de comercial y mainstream.

-¿Cómo es un día a día en la vida de Mercedes?
-Es un día rodeada de la gente que me acompaña, con mi familia con la que trabajo en la discográfica. Es como si hiciera un niño todos los días. Me levanto muy temprano y me acuesto muy tarde. Me considero un obrero de la música y con lo poco que tengo soy feliz.

-¿En qué se diferencian Vega de Mercedes?
-En muy poco, es muy difícil separarlas. Cuando me ocurre algo es complicado no mostrarlo. Soy incapaz de aguantarme por motivos estratégicos una felicidad aparente. Cuando salgo la calle y la gente se me acerca para ellos soy Vega y da igual el mal día que tenga que una sonrisa no les va a faltar, ese chip no lo cambio.

-¿Qué aficiones tienes?
-Me gusta muchísimo leer y viajar, son mis grandes aficiones. Cuando tengo tiempo veo series y películas cuando son muy buenas, si no no me molesto. Soy una apasionada de las redes sociales, disfruto realmente hablando con la gente.  Me gusta observar a la gente y aprender de ellas.

-¿Qué han sido para ti las redes sociales?
-Ha sido la ventana a un mundo mucho más divertido. Me gusta estar cerca del púlbioc y saber que piensa, sus criticas con respeto y constructivas. Creo que es mágico que alguien que esté en otro país pueda escribirme y yo contestarle al momento, no deja de alucinarme.


-¿Cómo te afectan las críticas?
-Nunca he recibido una crítica demoledora, he tenido criticas razonablemente buenas y cuando entran en un tema más peliagudo son opiniones que ni me parecen bien ni mal. Las que van destructivas a saco no van con finalidades musicales, si no más bien personales. Hoy en día tengo un hueco en el mundo de la música, me gusta lo que hago y tengo una tranquilidad que no he tenido antes.

-¿En qué momento te encuentras personalmente?
-Estoy super tranquila, tengo mucha paz interior, feliz y contenta. Nunca hubiera imaginado que en 2013 tuviera mi propia discográfica y seguir viviendo de esto. Estoy muy orgullosa y satisfecha del trabajo que he hecho. Cuando uno tiene paz, a nivel personal se lleva todo mucho mejor y soy bastante soportable, va todo bien por ahora.

-¿Cambiarías algo de tu vida?
-Solo cambiaría los días malos pero no cambiaría en nada mi vida.

-¿Cuáles son tus próximos proyectos?
-Tengo siete proyectos de composición con otros grupos y empiezo gira en el próximo mes de octubre. 

Fotos: Vanadis


viernes, 20 de septiembre de 2013

Críticas cruzadas: Elysium. Flopysium.


Hola, ¿qué tal? Venía a cruzarme en una crítica.
Como ya os contó Jose (sí, hace ya tres semanas), estrenamos (sí, llego con retraso) sección de críticas a dos manos. En ocasiones coincidiremos. Pasa a menudo cuando se tienen unos gustos afines. En otras, por supuesto, no tanto. Pero siempre habrá matices. Como hoy. Tú, querido lector, puedes comulgar con uno, con otro, o cerrar esta pestaña y continuar navegando.



No vengo a poner a nadie en antecedentes sobre historial y bondades de Neil Blomkamp, de Distrito 9, o de Matt Damon, que eso ya lo hizo en su momento, y mejor de lo que yo hubiera sabido o podido, mi compañero. Yo vengo a hacer saltar todo por los aires.

Sin mucha explicación previa (como servidor ahora mismo), Elysium nos introduce en un mundo dividido en dos, donde se privilegia a los más ricos y se niega todo tipo de privilegio o avance a los más pobres, en lo que se entiende como una crítica clara a la dicotomía primer-tercer mundo actual. Una clara hipérbole del vigente modelo, con, diría, una excesiva polarización, que dificulta por momentos que la trama sea creíble.

La premisa es algo similar a la del film In Time en cuanto a que una élite se aprovecha de la población humilde y la priva de todo tipo de lujo. La de In Time es incluso mejor, más potente y compleja, y el desarrollo peor, eso sí. Aquí no. Aquí hay una línea de mediocridad que se mantiene bastante regular. No atraviesa muchos picos o valles que la hagan disfrutable.

Argumentalmente, de Elysium sólo sabemos que es una población que flota cercana a la Tierra, habitada por cuatro extras que hacen de snobs y “gobernada” por una autócrata Jodie Foster que alcanza su culmen interpretativo cuando, al fin, muere (oh, vaya, SPOILER). Se echa de menos en el guión un diálogo que al menos intente dar sentido o licitud a este sistema discriminatorio instaurado que entendemos que en algún momento de su historia les pareció lógico y viable. Hola, guionistas. Lo único que hay es un tipo que menciona en determinado momento algo sobre “derechos humanos”, y que está más cerca de la carcajada irónica que de la reflexión crítica.

Elysium, además, nos vuelve a traer la enésima (¿revisión?) representación de una sociedad futurista no muy alejada en el tiempo. Puede resultar creíble o fidedigna dando por hecho que en 100 años seremos capaces de curar cualquier enfermedad. Le concedemos esa licencia al director. Porque sin ella, además, la trama no tendría sobre qué sostenerse.

Queda todo bañado además en una cantidad de sangre y violencia explícita absolutamente innecesaria. Entiéndanme. De algún modo existe la violencia explícita necesaria. En Guerra Mundial Z es necesaria (y la evitan para embolsarse unos cuantos millones de adolescentes más). Pero en Elyssium no, y bien que vuelan los miembros. Además de granadas que deberían reventar cerebros y lo único que no revientan son cerebros. Otra carcajada más.

Como resultado, el espectador se encuentra ante dos horas de película (DOS HORAS), en un entorno futurista increíble y con una premisa interesante, para terminar escuchando la trillada historia del héroe que redime toda una vida de excesos y pecados, con un final épico y dadivoso. Todo bañado en unas cuantas explosiones que casi provocan más carcajadas que impresión.

Y el supuesto tono crítico inicial se va diluyendo hasta desaparecer.

PD: no sé por qué razón un mundo futurista necesariamente debe incluir dubstep, pero yo no me apunto.

R.I.P.D: Departamento de Policía Mortal - Los policías de los muertos



Desde el anuncio de R.I.P.D. y visto el trailer se notaba que la película tenía cierto regustillo a Men In Black. Una agencia secreta (en este caso, de policías muertos) que tiene vela por la seguridad ciudadana, un novato y un experto forzados a trabajar juntos, una amenaza que pretende acabar con el mundo, tono humorístico…. Esto ya nos suena a todos, ¿verdad?

Para colmo, ambas estan ambientadas en cómics, por lo que viendo R.I.P.D resulta casi imposible compararla con las aventuras que vivían Will Smith y Tommy Lee Jones allá por el 97 y que se han extendido hasta la tercera y última entrega que llego a nuestras pantallas (por desgracia, ya que era un rollazo impresionante) el año pasado.

R.I.P.D. cuenta la historia del agente de policía Nick (Ryan Reynolds) que tras ser asesinado por su compañero (Kevin Bacon) pasará a formar parte del “Rest In Peace Department”, que se encarga de perseguir a los demonios que habitan en el mundo de los vivos y de mandarlos al infierno. Para eso contará con la ayuda de Roy (Jeff Bridges), un agente que murió hace cientos de años. Juntos investigarán un caso que podría acabar con el mundo de los vivos.


Como hemos dicho, las similitudes de ambas películas son impresionantes. Cambiamos los alienígenas por muertos que se niegan a ser juzgados y tenemos el mismo producto. Partiendo de esa base, la película ya tiene un handicap difícil de superar ya que en su momento, Men In Black fue un hit en taquilla que gustó  a muchos públicos y superarlo o igualarlo se planteaba harto difícil.

Y no lo consigue. Mientras que Men In Black fue un producto innovador en su día (estamos hablando de una película que tiene ya 15 añazos) el film protagonizado por Reynolds y Bridges repite esquemas y no aporta nada nuevo a este género, por lo que el film se convierte en un producto de usar y tirar, que es posible que no tarde mucho tiempo en olvidar.


Sin embargo, ¿estamos ante una mala película? La verdad es que a mí me entretuvo durante su hora y media de duración. Sinceramente lo único que me llamaba la atención de esta película era el siempre genial Jeff Bridges y nada más, puesto que la película apestaba a entretenimiento barato y ya está. Y eso es lo que es, pero al fin y al cabo consigue lo que se propone.

La película funciona por el trabajo de los actores. Jeff Bridges sobresale entre el resto interpretando a un sheriff de 1800, llevando a su  personaje hasta el histrionismo, creado una autoparodia que nos deja los mejores momentos de la película o, al menos, los más graciosos. Por otro lado Kevin Bacon se siente en su salsa en el papel de malo y se nota que disfruta con un personaje que tampoco está rodeado de muchos matices. Por último mencionar a un Ryan Reynolds algo soso y que parece perdido, lo que resulta una traba en la película ya que es él el protagonista.

En cuanto a la dirección, el encargado es el alemán Robert Schwentke, cuyo principal éxito fue otra adaptación de un comic, Red. Aquí el director pone el piloto automático y repite los esquemas que le funcionaron en la película protagonizada por Bruce Willis y salvo algún que otro momento, estamos ante una dirección muy lineal.

En conclusión R.I.P.D. es un entretenimiento de usar y tirar que solo sirve para una tarde aburrida en la que no tengas una cosa mejor que hacer y que solo se salva de la criba gracias a la interpretación exagerada de Jeff Bridges. 


Nota: 5,5/10


PD: Agradecimientos a Jon Burgoa, por darnos unos consejillos para hacer de este blog algo un poco más “profesional”. También os podéis pasar por su blog Rebuscando en el Norte

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Crónicas Cruzadas: Dcode 2013 @ Universidad Complutense de Madrid

Tengo el placer de estrenar sección. El pasado fin de semana se celebró la tercera edición del Dcode Festival en la Universidad Complutense de Madrid. Y desde este blog tuvimos la suerte de acudir por partida doble. Es por eso que, en unos días, mi compañera Helen se pasará por aquí a rematar esta crónica.

Desde lejos, al hacer el check-in, sonaba, potente, electrónico y elegante, John Grant. Y, más tarde, L.A. sacudieron a los que decidieron asistir al escenario Heineken con su rock con deje grunge.

Love of Lesbian.


Pero el primer concierto íntegro al que tuve la vergüenza de hacer caso fue al de los catalanes capitaneados por Santi Balmes. No cabe duda de que están en forma, engrasados, por momentos incluso parecieron activar el piloto automático. Tampoco cabe duda de que los de Sant Vicenç dels Horts son efectistas.

A pesar de un seltlist corto por exigencias del guión, quedaron momentos destacables como la siempre celebrada 'Me amo', 'Belice', 'Algunas Plantas' (y su "sube, sube, sube") o, ya al final, con 'Toros en la Wii', que parece haber sustituido a 'Club de fans de John Boy' como nuevo himno de la banda, a ritmo del coreado "Fantástico" (y sus correspondientes "parapapas"), gracias a (o por culpa de) cierto anuncio televisivo. No sería la única vez a lo largo de la jornada en la que la televisión (o más bien la publicidad) haría acto de presencia sobre los escenarios y entre el público. Sigan leyendo.

Foals.

Es evidente que, a título personal, tenía esta cita con los de Philippakis bien marcada en mi calendario. Pero más allá de fetiches personales, los británicos ofrecieron un concierto potente, intenso y contundente. Con un setlist similar al de Coachella o Reading, donde protagonizaron unas de las mejores actuaciones de dos los grandes cinco festivales, Foals se gustaron sobre el escenario, primero en la contundente intro que es 'Prelude' y durante el concierto, con una jamming majestuosa repleta de punteos y pasajes sonoros (de estas "improvisaciones" a veces nacen trallazos) o ya al final con 'Two Steps, Twice', tema escogido a todas luces para atraer al máximo de gente bailando. Porque los de Oxford son unos músicos tremendos, pero en ocasiones les cuesta conectar con el público, sobre todo si no es angloparlante (aunque sí se les vio más sueltos que en su anterior actuación en España, hace ya año y medio, teloneando a Red Hot Chili Peppers). También es cierto que era la propuesta menos accesible junto a John Grant, MØ o Toundra, y eso se hizo notar en cortes como 'Spanish Sahara', quizás el más emocional y el que requiere de una mayor empatía para conseguir una atmósfera silenciosa y atenta.


Sea como fuere y apartando ésto último, Foals de verdad brillaron sobre el Escenario Heineken. Están en su mejor momento de forma, han refinado su directo y ahora son capaces de disfrutar y hacer disfrutar al que consigue conectar con ellos. Destacables 'My Number' que rindió a todo el público a su ritmo funky, o la potente y afilada 'Inhaler', sin dejarnos, por supuesto, por el camino 'Spanish Sahara' o 'Two Steps, Twice'. En el tintero quedaron 'Cassius' o 'Total Life Forever', entre otras, pero a Foals les perdonamos incluso eso.

Vampire Weekend.



Los últimos precedentes de la banda americana en España el pasado mes de Julio en el festival Bilbao BBK Live no invitaban al optimismo. Sin embargo, ya sobre el escenario nos encontramos a unos Vampire Weekend divertidos y seguros, con un Ezra Koening en pose Alex Turner, cantando su pop luminoso de influencias africanas de manera desafiante mientras señalaba constantemente al público, además de lucir una perfecta voz afinada. Los americanos sonaron como en disco. Aprovecharé este instante para hacer una mención especial al excepcional sonido que nos acompañó durante toda la jornada y que nos hizo disfrutar de todas las bandas al máximo de sus posibilidades.

Modern Vampires of the City es un álbum excelente y probable top 10 del año sin esfuerzos, tras cumplir con el hype que dan 3 años sin noticias de nuevo álbum. Pero, ya sea por ser un estreno moderadamente "reciente" (apenas cuatro meses), o porque su tono es algo más relajado que los dos anteriores trabajos o por hallarse él y hallarnos nosotros en el entorno de un festival, quedó algo descafeinado sobre las tablas. Con todo ésto, 'Ya Hey' y 'Diane Young', tema de apertura del concierto, fueron de lo más celebradas y bailadas. Pero la cita con Vampire Weekend alcanzó sus cotas de bailes y saltos más altas cuando los de Kansas repasaron sus temas insignias de Contra y de su trabajo homónimo. Así, a parte de la bailadísima 'A-Punk', uno de los momentos del festival, el público vibró con cortes como 'Cousins', 'Oxford Comma', 'Cape Cod Kwassa Kwassa', 'Horchata' o el (inesperado) tema de cierre 'Walcott', que dejó un dulce sabor de boca a los asistentes.

Franz Ferdinand.

Era la actuación más esperada y fue, de largo, la más multitudinaria. Ya sobre el escenario, lo primero que quedó latente es que los británicos tienen tablas y así fue como resolvieron su actuación, con una solvencia insultante. Con una maquinaria aún engrasándose, después de cuatro años de sequía, basaron su actuación en un setlist trufado de hits de sus cuatro discos. Es lo lógico cuando tienes una discografía y recorrido amplios y en cada LP firmas al menos 4 o 5 hits de directo. Y además pretendes presentar tu último álbum. Llenaron su hora y media y apenas hubo tiempo para respiros.



De la lista de hitazos que firmaron la pasada noche de Sábado cabe destacar 'No You Girls' tema de apertura, 'Ulysses', 'Tell Her Tonight', 'Michael' 'Cant Stop Feeling' (con versión de Donna Summer incluída), por supuesto, 'Take Me Out' (un himno), y una 'Jaqueline' que fue el primer falso bis y en la que Kapranos consiguió conectar con el público de manera más directa. Porque Franz Ferdinand es una banda de vieja escuela: comenzaron presentando cada canción, cuando ya llevaban dos tercios de actuación, se presentaron miembro por miembro al público (como si a estas alturas realmente hiciera falta), hicieron uno de esos grandes amagos de marcha que acaban en falsos bises, y terminaron lanzando baquetas al respetable.

Para el final del concierto, la banda se reservó uno de esos momentos que dan la música en directo, cuando rodearon al batería Paul Thompson aporreando bombos y platillos en una jamming de percusión no sé hasta qué punto improvisada, pero desde luego muy dsifrutable.

Capital Cities.

Acudí a este concierto sin apenas haber dado escuchas a sus protagonistas. Y diré que fueron un total acierto, sobre todo en cuanto a horario. Cuando las fuerzas ya flaqueaban tras una jornada entera, y más con la resaca de Franz Ferdinand, aún resonando en los oídos de algunos, los angelinos consiguieron hacer que el público bailara una última vez. Con una puesta en escena fina (sobre el escenario, unas enormes gafas, y los cuatro componentes justo por delante, en línea) Capital Cities dieron una clara muestra de cómo llevar a cabo un concierto grower.

Tras soltar sus temas de electrónica menos accesibles al principio, intercalándolos con hits bailables como 'Kangaroo Court', fueron soltándose mediado el concierto, marcándose divertidos bailes e invitando al público a bailar a su son (marcándoles, incluso, algunos pasos de baile). Cuando entraban al último tercio de concierto se lanzaron a versionar el 'Stayin' Alive' de los Bee Gees, o 'Holiday' de Madonna y el público ya se desató. No digamos ya cuando sonó su hit más reconocible, 'Safe & Sound', que fue, sin duda, uno de los temas más celebrados de todo el festival, y que hizo saltar todo y a todos por los aires.

Es curioso como puede un anuncio ayudar a una canción a convertirse en hit. 'Safe & Sound' es un hit incontestable, sí, como también lo son 'Kangaroo Court' o 'I Sold My Bed, But Not My Stereo'. Pero es 'Safe & Sound' la que hace sacudir al público. Dejaré a un lado el tema de cuánto tardan en madurar los hits en España (a 'Midnight City', 'Little Talks' o la este verano omniradiada 'I Love It' me remito).

En definitiva, electrónica facilona con sonido noventero, elegante, sensual y con mucho groove. Basada, sobre todo en el directo, en su trompetista y sus amanerados bailes (lo cierto es que es un espectáculo verle) y un bajo musicalmente muy presente (aunque presencialmente, el muchacho era más bien sosito). Un acierto de la organización traerles de vuelta.


Y cuando en lontananza, desde los baños, sólo se podían oir sesiones de DJ y visionamos las macabras proyecciones que The Warriors & Friends prepararon para su directo, nuestros cuerpos decidieron interpretarlo como una inequívoca señal de "vete a casa". Y así fue como cerramos la tercera edición del Dcode Fest, una de las últimas esperanzas de la Comunidad de Madrid en cuanto a festivales de música independiente, junto al más sólido Día de la Música.

martes, 17 de septiembre de 2013

Second: "No hemos cambiado, ni hemos dado un giro de 180º, solo hemos evolucionado"

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Los murcianos Second vuelven tras la celebración de sus 15 años en la música con su anterior disco “15″. “Montaña rusa” es lo último de los murcianos, un disco renovado, más marchoso y más al estilo de la energía que emite el grupo en sus conciertos donde se producen grandes fiestas. Con este nuevo disco el grupo comenzará una gira por toda la península que dará comienzo el próximo 24 de Octubre en Santiago de Compostela y que viajará su “Montaña rusa” por ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona.
-Sacáis al mercado “Montaña Rusa” ¿qué nos vamos a encontrar en él?
-Nos vamos a encontrar canciones de todo tipo, unas muy bailables con otras que son un poco como es el grupo, por eso lo hemos llamado “Montaña Rusa” porque somos un grupo que tenemos canciones que te pueden llevar a arriba y otras de repente que te pueden llevar abajo. Os vais a encontrar un disco más directo y más espontáneo que todos los anteriores con un punto de riesgo en el que nos hemos olvidado como nos conoce la gente en verdad, como un grupo de música más lenta como “Rincón exquisito” y que con este nuevo disco hemos querido descubrir más allá en canciones como “Caramelos envenenados”.

 - Este disco es mucho más marchoso ¿Por qué este cambio?
-Porque la juventud es así (rie). Llega un momento en el que hay que volver a ser joven, nosotros estamos en nuestra octava juventud. Pero no es que hayamos cambiado, en este disco somos más como somos en directo, como un grupo con mucha energía, frescura que ahora se ven muy bien reflejada en esta “Montaña rusa”.


-¿Por qué “Montaña rusa”?
-Lo hemos planteado como el juego en el  que vivimos. En el disco nos encontraremos canciones bailables de sábado noche con otras más lentas para las horas más tranquilas. También lo hemos titulado así por la vida que llevamos en el que un día estás arriba y otros abajo, un día tocas en un concierto con miles de personas y otros días con 30. El disco es un resumen de nuestra vida, de nuestra montaña rusa y de lo que vivimos.

-Pero dicen que un concierto íntimo es mejor que uno multitudinario…
-Una cosa no quita a la otra, una de nuestas máximas es hacer el mejor concierto posible haya quien haya. Damos todo lo que llevamos dentro hasta la extenuación.

-Según vuestra descripción os definen como un “grupo experimentador, arriesgado, más visceral y menos correcto dispuesto a dar emociones fuertes” ¿os sentís de la misma manera?
-Nosotros nos sentimos bien escribiendo estas canciones y nos hemos sentido bien a la hora de grabar el disco porque era lo que queríamos hacer. Hemos intentado con este disco buscar y encontrar nuevos caminos o nuevos sonidos como mezclar una canción bailable con un instrumento tan clásico como un banjo. No nos gusta repetirnos, intentamos reinventarnos de otra manera. En este disco queríamos que nada de lo que hiciéramos sonara a lo que habíamos hecho en el pasado. No hemos cambiado, ni hemos dado un giro de 180º, solo hemos evolucionado.

-¿Qué esperáis de este disco?
-Esperemos que llegue a todos gracias al “boca a boca” de la gente.

-¿No habéis pensado en promocionaros de alguna forma como por ejemplo los 40 principales?
- Las canciones no van a cambiar porque salgan en un canal de difusión o en otro.

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-¿Qué balance hacéis de estos 16 años?
-Los balances siempre son buenos, el grupo ha ido siempre hacia arriba y aprendiendo musicalmente. La experiencia de trabajar fuera de nuestras fronteras también nos ha ayudado a crecer y lo importante es que seguimos aquí y podemos expresarnos cosas con las letras y la música.

 -¿Cómo fue esa experiencia en Los Ángeles?
-Era nuestra primera vez, en lo musical fue positiva por todo lo que aprendimos. En lo demás como cultura es todo muy diferente a nuestro país, aquí se come mejor y allí las distancias son más grandes. Recordamos el momento en el que sentimos la necesidad de ir a comprar verduras al supermercado porque estábamos hartos de comer comida basura y hamburguesas, teníamos miedo de hacer un disco bastante aceitoso, podíamos haber hecho un disco hamburguesa (ríen). También recordamos cuando nos emocionamos mucho cuando vimos el atún en el supermercado, estuvimos a punto de hacerle una canción al atún.

-¿Adónde os gustaría teletransportaros?
-Nos gustaría viajar al futuro, ver lo que va a pasar y que nos vamos a perder, a lo mejor si nos echamos crema duramos más. Esta canción es para huir de esta época rara que estamos viviendo pero muchas veces no importa el tiempo en el que estés si no con quién estés.

-¿Cuál es vuestro objetivo en la música?
-Ser feliz tanto en la música como en la vida.

-¿Os imaginabais hace 16 años lo que ibais a ser hoy en día?
-No, para nada. Todos coincidimos en que mientras podamos dedicarnos a esto vamos bien y todo lo que se pueda conseguir y aprender será bueno para nuestra carrera. Nosotros seguimos haciendo lo que nos gusta y lo mismo que cuando nadie nos iba a ver a los locales, seguimos siendo honestos desde hace 16 años hasta hoy.

-¿Habéis pensado en tirar la toalla?
-No nunca, tenemos nuestras discusiones pero todo se supera al momento.

 -¿Tenéis miedo escénico a pesar de los 16 años?
-No, siempre tenemos ganas de salir al escenario, tenemos el gusanillo de querer salir y cantar. A mí me da miedo cuando me subo a las estructuras a cantar, dice Sean (ríe) El único miedo que tenemos es que a veces la toma de tierra falla en los escenarios y te da un pequeño “rampazo” y ahí si que tocas de otras maneras y recuerdas a otros que han quedado fulminados.

 -¿Tenéis algún ritual antes de subiros al escenario?
-Hacemos lo normal, no somos supersticiosos, a lo mejor calentamos la voz o siempre estiramos las piernas, somos gente normal.

-¿Qué pensáis de las redes sociales? ¿os han beneficiado o perjudicado?
-Las redes sociales es un instrumento muy importante de comunicación para los que te siguen. Tenemos muchas ganas de ver por ahí las opiniones de los demás, la reacción, si no existiera yo no tendría ni idea de si mis discos les gustan o no. Nos mola el tener esta retroalimentación con nuestros fans.

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-¿Sois de los que os afectan las críticas?
-Tienes que aprender a que no te afecten porque está claro que no podemos gustar a todo el mundo, lo tenemos que aceptar.

 -¿Dónde os gustaría tocar?
-No hemos tocado aún en Andrómeda (ríen). Por pedir nos gustaría llenar el campo de fútbol del River pero la intención y el sueño es saltar el charco y poder tocar en países como Mexico o Argentina, por América entera hasta Alaska y tocar junto al “Doctor en Alaska”.

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-¿Cuál es la mejor experiencia que habéis tenido con Second?
-La gente que viene a decirte que tu música le ha servido para algo.

- ¿Qué grupos recomendáis?
- Rufus T Firefly, Stom Pillow, Reptile Youth, Empire of the sun o Metronomy.

-¿Qué aficiones tiene Second?
-Nos gusta jugar al fútbol sala, ver películas y series sobre el futuro, hacer mucho deporte y nos encanta salir por la noche.

-¿Próximos proyectos?
-Comenzaremos con la gira el 24 de octubre en Santiago de Compostela y viajaremos por toda España.

Fotos: Elena Solís Rodríguez (@elexachung)