Desde el anuncio de R.I.P.D.
y visto el trailer se notaba que la película tenía cierto regustillo a Men In Black. Una agencia secreta (en
este caso, de policías muertos) que tiene vela por la seguridad ciudadana, un
novato y un experto forzados a trabajar juntos, una amenaza que pretende acabar
con el mundo, tono humorístico…. Esto ya nos suena a todos, ¿verdad?
Para colmo, ambas estan ambientadas en cómics, por lo que
viendo R.I.P.D resulta casi imposible
compararla con las aventuras que vivían Will Smith y Tommy Lee Jones allá por
el 97 y que se han extendido hasta la tercera y última entrega que llego a
nuestras pantallas (por desgracia, ya que era un rollazo impresionante) el año
pasado.
R.I.P.D. cuenta la
historia del agente de policía Nick (Ryan Reynolds) que tras ser asesinado por
su compañero (Kevin Bacon) pasará a formar parte del “Rest In Peace
Department”, que se encarga de perseguir a los demonios que habitan en el mundo
de los vivos y de mandarlos al infierno. Para eso contará con la ayuda de Roy
(Jeff Bridges), un agente que murió hace cientos de años. Juntos investigarán
un caso que podría acabar con el mundo de los vivos.
Como hemos dicho, las similitudes de ambas películas son
impresionantes. Cambiamos los alienígenas por muertos que se niegan a ser
juzgados y tenemos el mismo producto. Partiendo de esa base, la película ya
tiene un handicap difícil de superar ya que en su momento, Men In Black fue un hit en taquilla que gustó a muchos públicos y superarlo o
igualarlo se planteaba harto difícil.
Y no lo consigue. Mientras que Men In Black fue un producto
innovador en su día (estamos hablando de una película que tiene ya 15 añazos)
el film protagonizado por Reynolds y Bridges repite esquemas y no aporta nada
nuevo a este género, por lo que el film se convierte en un producto de usar y
tirar, que es posible que no tarde mucho tiempo en olvidar.
Sin embargo, ¿estamos ante una mala película? La verdad es
que a mí me entretuvo durante su hora y media de duración. Sinceramente lo
único que me llamaba la atención de esta película era el siempre genial Jeff
Bridges y nada más, puesto que la película apestaba a entretenimiento barato y
ya está. Y eso es lo que es, pero al fin y al cabo consigue lo que se propone.
La película funciona por el trabajo de los actores. Jeff
Bridges sobresale entre el resto interpretando a un sheriff de 1800, llevando a
su personaje hasta el
histrionismo, creado una autoparodia que nos deja los mejores momentos de la
película o, al menos, los más graciosos. Por otro lado Kevin Bacon se siente en
su salsa en el papel de malo y se nota que disfruta con un personaje que
tampoco está rodeado de muchos matices. Por último mencionar a un Ryan Reynolds
algo soso y que parece perdido, lo que resulta una traba en la película ya que
es él el protagonista.
En cuanto a la dirección, el encargado es el alemán Robert
Schwentke, cuyo principal éxito fue otra adaptación de un comic, Red. Aquí el director pone el piloto automático
y repite los esquemas que le funcionaron en la película protagonizada por Bruce
Willis y salvo algún que otro momento, estamos ante una dirección muy lineal.
En conclusión R.I.P.D. es un entretenimiento de usar y tirar
que solo sirve para una tarde aburrida en la que no tengas una cosa mejor que
hacer y que solo se salva de la criba gracias a la interpretación exagerada de
Jeff Bridges.
Nota: 5,5/10
PD: Agradecimientos a Jon Burgoa, por darnos unos
consejillos para hacer de este blog algo un poco más “profesional”. También os podéis pasar por su blog Rebuscando en el Norte
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