lunes, 9 de septiembre de 2013

Dolor y Dinero - Michael Bay no decepciona




Michael Bay siempre ha sido un hombre de mucha repercusión mediática. Sus películas son muy efectistas y están cargadas de superhombres, mujeres que no poseen un intelecto demasiado desarrollado (por no decir que son simplemente estúpidas) y, sobretodo, MUCHAS EXPLOSIONES. Se podría decir que es un director que hace películas muy rentables pero que, a mi modo de ver, hace unas películas de MIERDA.

Es un tipo al que tengo cruzado y que, haga lo que haga, me cuesta soportar. Junto con Roland Emmerich se podría considerar un terrorista del buen gusto cinematográfico (lo de Roland tiene más sentido, ya que se ha cargado unas cuatro veces la casa blanca, aunque también hay que decir a su favor que intentó hacer un cine “más serio” con Anonymous). Sin embargo, con el paso de los años sus trabajos siguen dando millonadas de beneficio y por eso seguimos aguantándolos.

De toda su filmografía la única película que ha conseguido entretenerme medianamente fue ‘Transformers’, pero al ver la secuela (lo que llegué a ver, ya que me quedé dormido a la hora) volví a perder la esperanza. Aún así, soy un hombre que cree en las quintas oportunidades y la premisa de Dolor Y Dinero que parecía un poco más seria me hizo caer en las garras de amante de la testosterona.

Dolor y Dinero cuenta como tres culturistas (Mark Wahlberg, Dwayne “The Rock” Johnson y Anthont Mackie) planean el secuestro de un empresario para hacerse con sus bienes. En el transcurso de la operación creen que han matado a su víctima, pero no es así. Una vez recuperado, el empresario contrata a un detective privado (Ed Harris) para que localice a sus captores con el propósito de vengarse de ellos.

Con esta premisa basada en una historia real, podíamos intuir que estábamos ante un título más serio de lo que el señor Bay nos suele ofrecer en sus películas. Sin embargo, lo que podría haberse convertido en un thriller se transforma en una comedia de acción que no se toma nada en serio. Esta decisión que a priori podía resultar errónea se convierte en el principal acierto de la película.

El enfoque cómico/absurdo gana enteros gracias a la estupidez de sus personajes principales, comandados por un buen Mark Walhberg que se encuentra en su salsa y  un “The Rock” que interpreta bastante bien al personaje más interesante y gracioso de la película. Hasta aquí, parecía que todo iba sobre ruedas, pero como siempre con Bay, algo falla.

Tras una media hora más o menos entretenida, el film comienza a hacerse pesado y a cansar al espectador. La fuerza inicial con la que había empezado la historia empieza a diluirse y perderse en la narrativa en el momento que la película se empieza a tomar en serio. Por otro lado, la estética de videoclip que inunda todo el metraje termina por ser cansino y aburriendo.

No es todo malo en Dolor y Dinero, tiene momentos de lucidez como la secuencia en la que el grupo intenta hacer negocios con el magnate del porno, o algunos momentos cómicos que me hicieron soltar alguna que otra carcajada dada la estupidez supina de los personajes. Sin embargo, la duración de la película se hace excesiva y termina cansando.

En resumidas cuentas, Dolor y Dinero tiene un comienzo prometedor presentando la vida de los personajes pero que, a medida que van pasando los minutos y que el relato ahonda más en la historia central, el relato va perdiendo paulatinamente la gracias hasta hacerse soporífera.

Michael Bay se aleja un poco más de la acción sin sentido y acierta a medias. Aún así se nota quién está tras las cámaras ya que las señas de identidad de Bay están a lo largo de la película, ya que es efectista y la estética domina ante el argumento. Estoy seguro de que los amantes de la testosterona estarán encantados con la película, pero para los demás resultará simplemente aburrida.


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